¡No nos habíamos olvidado! Pero teníamos que recuperarnos del regreso desde tierras lejanas. Ahora sí, Chosniño se hace eco de las aventuras de Rogüi, Cuperocita, Correcaminos y ella misma por la Península, un viaje intenso, pero maravilloso, donde nunca faltó la buena música y la diversión:
Comenzamos volando desde el sur de la isla hasta Sevilla para ir a la “gran noche de la Inmaculada”. Y aunque nos habían dicho que era una “gran noche” nunca pensamos que fuera tan maravillosa, llena de acordes, anécdotas y grandes tunas. Estuvimos toda la noche cantando de un lado a otro e invitando a un chupito de Ron Miel, que nunca puede faltar. Gracias a las tunas sevillanas por su hospitalidad y cariño.
Al siguiente día, después de recorrer Sevilla acompañadas de un frío invernal, partimos rumbo a Mérida, donde no pudimos resistirnos a probar un poco de su gastronomía y visitar algunos de sus rincones como el Templo de Diana o el Teatro Romano. Al son de Bendita mi tierra guanche nos despedimos de Mérida y decidimos ir a Lisboa.
Cuando llegamos a Portugal, después de 3 horas en coche y haciendo una parada para comernos unas bifanas, fuimos a cantar por sus calles y a conquistar los corazones de los portugueses, y tampoco pudieron faltar los hits como Clavelitos o Somos Costeros. Después de brindar con ginja -un riquísimo licor dulce de guindas- en el centro de Lisboa, nos fuimos a ver el certamen TunanTE, dnde conocimos algunos de los miembros de la Tuna de Arquitectura de Lisboa, compartiendo algunos cantes y, cómo no, nuestro Ron Miel.
Antes de volver aprovechamos para visitar algunos sitios emblemáticos como la Torre de Belém, la fábrica de los pastelitos de Belém y el Castillo de San Jorge, entre otros.
Tras 5 horas en coche para coger el avión en Sevilla, donde dio tiempo para recordar todas las anécdotas del viaje, dormir, sacar fotos y un largo etcétera, llegamos a nuestras casas sanas y salvas.
Agradecemos enormemente en este viaje a la Tuna Femenina de Sevilla por el acogimiento, la amabilidad y los instrumentos que nos prestaron. Muchísimas gracias también a Coco y Sota de la Tuna de Farmacia de Sevilla y a los tunos de la Tuna de Derecho de Sevilla
Ha sido un viaje inolvidable lleno de música, personas maravillosas, experiencias, anécdotas, risas, fiestas…